Buda y el Budismo

(Traducción del artículo publicado por Diamond Way Teachings)

El Buda fue un príncipe llamado Siddharta Gautama, quien vivió hace 2500 años en la región de la frontera entre la India y Nepal. Después de que él hubo reconocido hasta qué punto las personas sufren debido a la vejez, la enfermedad y la muerte, se alejó de la vida de lujo en la corte real y comenzó su búsqueda espiritual. Durante seis años estudió con los maestros espirituales de la alta cultura hindú de sus días y también practicó el ascetismo estricto.

De esta manera aprendió diversos puntos de vista sobre el mundo y algunas meditaciones, pero nada que tuviera el poder de liberar realmente a todos los seres de todo el sufrimiento por completo. Por lo tanto, decidió sentarse bajo un árbol frondoso en Bodhgaya, un lugar en las tierras bajas del norte de la India, y permaneció allí durante seis días y noches en absorción espiritual profunda. En la mañana de un día de luna llena en mayo, reconoció que no existe una separación real entre la persona que experimenta y lo experimentado, que no hay ni un yo independiente, ni un mundo exterior que existe independientemente de quienes lo experimentan. Él experimentó que esta realización no llevaba hacia la nada, sino que la mente es muy rica por sí misma, lo que se muestra en ausencia de temor, gozo absoluto y amor sin discriminación.

Desde entonces al príncipe Siddharta Gautama se le llamó “Buda, el Despierto”, despierto del sueño de la ignorancia y la confusión, de la misma forna en que usted se despierta de un sueño en la mañana. Aunque el sueño puede haber sido experimentado como muy intenso y muy real, después de despertar no queda nada de él excepto, quizás, un recuerdo. Exactamente de la misma manera podemos despertar de nuestra actual confusión, nuestra percepción dualista y nuestra creencia en la realidad. Entonces todas aquellas viejas formas de sufrimiento desaparecen al igual que el sueño cuando nos despertamos.